Seleccionar página

    SEONAIDH, LA SERENA

    EL MITO

    La ‘Seonaidh‘ (en inglés ‘Shony‘ o ‘Shoney‘) fue un espíritu celta del agua de Lewis.

    Los habitantes recurrían a ella para asegurarse buenas cosechas en la siguiente temporada. Para ello cada familia llevaba malta a una Iglesia y allí preparaban una pinta que uno de ellos llevaba hasta el mar por la noche y con unas palabras, la lanzaba.

    Después el pueblo esperaba en la Iglesia hasta que la luz de una vela se apagase, entonces sabían que ‘Seonaidh‘ había aceptado. Se cree que ‘Seonaidh‘ era una especie de diosa asociada al agua que se cristianizó.

    En cuanto a las ‘Ondinas‘, en la Mitología griega se llamaban ondinas a las ninfas acuáticas. Náyades de espectacular belleza que habitaban en los lagos, ríos, estanques o fuentes al igual que las Nereidas.

    También nos encontramos con la leyenda alsaciana de ‘Ondina‘. A su nacimiento todas las hadas del vecindario se reúnen en torno a su cuna y le proporcionan muchas cualidades. Su abuela, que también es hada, le proporciona una persistencia excepcional. Un día, Ondina es raptada por un joven noble que consigue enamorarla hasta tal punto que rehúsa ir a ver a su madre enferma. Como castigo, su abuela la condena a amar por siempre al joven noble. Este, cansado de ella, finge creer que esta le ha engañado con otro. Le dice que no la creerá hasta que no le traiga un jarrón enorme lleno de agua del río Niddeck.

    Tras tres días de marcha llevando ese enorme peso, Ondina cae exhausta al agua mientras rellena el jarrón. Su abuela, el hada, va a rescatarla y para evitarle continuar sufriendo a causa del noble, la transforma en una ninfa protectora de las aguas del río Niddeck. Desde entonces, en los días de tormenta, se ve su reflejo en el agua de las cascadas del río.

    LA VERDAD TRAS LA LEYENDA

    Seonaidh‘ no nació como una joven ondina, si no una muchacha de Lewis que tuvo el desfortunio de tener relaciones con un joven del que una hechicera cercana estaba enamorada. La hechicera la condenó a convertirse en un ser del agua, ya que ella y su amante habían tenido relaciones en la playa, y a volver cada año para acostarse con el hombre que se mostrase ante ella con una pinta de cerveza.

    Finalmente, la hechicera murió, y el sortilegio con los años perdió poder. Cuando pudo, ‘Seonaidh‘ se hundió en lo más profundo del mar y durante años apareció en raras ocasiones, para atraer hacia ella a los que esta vez ella deseaba.

    LA PRUEBA

    La clave para Vincent Solo, quien superó esta prueba, radicaba en ahondar en las raíces de su poder y confiar en alguien de quien desconocía prácticamente todo y que se mostraba inicialmente como un embustero, convirtiéndose así en el Daë del Agua y quien sabe si algo más si hubiera seguido viéndose.

    VINCENT SOLO

    BILL PARKER

    Print Friendly, PDF & Email
    Ir a la barra de herramientas