Entre los Guardianes estamos observando algunas razas que nunca habíamos conocido, porque se mezclan con mayor dificultad con los humanos y viven en lugares más recónditos. Una de esas razas es el conjunto de los ‘Elementales’, y podemos encontrar uno en cada uno de los grupos.

‘Aura‘ es una elemental del aire o el viento, cuyo cuerpo está compuesto de su mismo elemento. Al igual que la ninfa del mismo nombre, es veloz y ligera, prácticamente imposible de alcanzar. Parte de su personalidad viene también asociada a su propio elemento, ya que resulta impulsiva, alegre, resumiendo un espíritu libre.

No obstante, la historia de ‘Aura‘ es más triste que su carácter. ‘Aura‘ nunca conoció a sus padres, ni a otros Elementales, vivió desde el principio al fin de sus días en una arboleda cerca de un precipicio. Su única compañía eran los animales, hasta que unos humanos se adentraron en su arboleda y les observó con curiosidad, ya que ellos sí podrían conversar con ella.

Les guió con susurros, risas y llamadas, hasta que uno de ellos, despistado, cayó por el precipicio, agarrándose a una rama en el último instante. El otro, preocupado, trató de alcanzarle, pero solo consiguió que ambos cayeran. ‘Aura‘, divertida por el juego, porque ella no temía las alturas, se lanzó tras ellos y los envolvió en un torbellino que les permitió llegar a salvo al suelo, aunque una vez allí, uno de ellos huyó despavorido, mientras el otro se lo agradecía y volvió tiempo más tarde a visitarla.

Mientras duraron las visitas, ‘Aura‘ disfrutó de la compañía, pero ella no envejecía y el hombre cada vez más, hasta que no volvió. Aburrida de nuevo, ‘Aura‘ empezó un nuevo juego, tratando de recuperar a alguien como su amigo, y guió a incautos hasta el acantilado para después, cuando hicieran un acto de valentía como el de su amigo, salvarles y entablar una amistad. Así fue su vida hasta que los Daesdi se la llevaron como Guardiana para que continuase jugando a su juego.