BRIGHID, LA DAMA BLANCA

EL MITO
En la mitología irlandesa, Brigid, Brigit o Brighid (la exaltada) era la hija de Dagda y una Tuatha Dé Danann. Tenía dos hermanas, también llamadas Brigid, y se considera una clásica diosa triple céltica, en este caso del fuego.
Es la diosa celta de la inspiración, y conjuga en sí diversos poderes, provenientes de la inspiración, del arte de la sanación y de la adivinación. Fue asociada a las llamas perpetuas sagradas, tales como la mantenida por 19 religiosas en un santuario en Kildare, Irlanda. La tradición de las sacerdotisas femeninas que tienden a las llamas sagradas eternas, que surgen de forma natural, es una característica de la espiritualidad indoeuropea antigua precristiana. Otros ejemplos incluyen la diosa romana Vesta, y a otras diosas del hogar. Fue mencionado por Giraldus Cambrensis y otros cronistas que su llama sagrada en Kildare estaba rodeada por un seto, que ningún hombre podía cruzar. Se dice que los hombres que intentaron cruzar el seto fueron maldecidos con la locura, la muerte o la impotencia.
Su aspecto, puramente blanco, refleja el color más asociado a la bondad y pureza. El resto de su aspecto asocia puramente el blanco y la bondad, unido a su férreo carácter por la carencia de sentimientos.
LA VERDAD TRAS LA LEYENDA
‘Brighid‘ nació en Irlanda, en una fecha que no se conoce de forma exacta pero se cree que alrededor del 100 a.C. Teniendo poco más de tres años, sus padres fueron atracados y asesinados por unos salteadores de caminos, cerca de un bosque.
Un grupo de druidas apareció justo a tiempo, y con su magia natural expulsaron a los bandidos y se llevaron a la niña a buen recaudo, el resto de su familia había muerto. ‘Brighid‘ creció entre los y las druidas y demostró un gran dominio por la magia natural y una comunión firme con sus principios morales del bien y del mal.
Durante años, luchó contra el mal en las cercanías del bosque donde residían, y llegó a ser la líder de su orden. Se dice que no se relacionó nunca con nadie que no fuese de la orden, y procuraba alejarse de los núcleos de población.
Del primero al último de sus días luchó con fuerza por defender lo que creía justo, hasta el día de su muerte. Se dice que la noche de su muerte se realizó un gran ritual entre los druidas lamentando su pérdida.
Pero no era el único evento de esa noche. Los dAESDI decidieron ascenderla y convertirla en una de sus Guardianes, para velar por la justicia como la inmortal Dama Blanca.
LA PRUEBA
Mara tuvo que abrazar en esta prueba su parte más demoníaca y liberarla para proteger a Ed, mediante un mordisco a la Guardiana, convirtiéndose en Daë del Orden.