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    SHAMASH, LA JUSTA

    EL MITO

    Shamash (Utu para los sumerios y Tammuz para los babilonios) era el dios del sol y la justicia en la mitología mesopotámica. Su santuario principal estaba en la ciudad de Sippar.

    Los acadios y babilonios consideraban a Shamash hijo de Anu, o en otras ocasiones de Enlil. Durante el período sumerio su santuario principal estaba situado en la ciudad de Larsa. En esta etapa era considerado hijo de Nannar y Ningal, y hermano de Inanna e Iskur. En el período acadio era, junto con Sin e Ishtar, miembro de la “Tríada de dioses con relaciones celestes”. A veces aparece con su esposa Sherida (Aya para acadios y babilonios). Se le representaba con un disco solar de ocho puntas o mediante una figura masculina de cuyos hombros emanaban llamas; en época posterior, su símbolo también fue la balanza. Se le identificaba con el número 20.

    La apariencia y el trasfondo están inspirados en la representación occidental del dragón justo, sabio, poderoso y muy capaz en la magia, además de Guardián de tesoros.

    LA VERDAD TRAS LA LEYENDA

    Se desconoce el nombre de la joven que fue una vez la Guardiana conocida como ‘Shamash’. No tenía un origen heroico, ni noble, no era ninguna princesa, ni aventurera, ni guerrera, solo era una muchacha que tuvo un mal día y respondió mal a una vieja señora con cara de amargada, que resultó ser una bruja (así que la muchacha no había mentido al llamarla así) que la maldijo haciendo que se convirtiese en un ser alado cubierto de escamas, un dragón, o mejor dicho, dragona.

    Como dragona obtuvo mucho poder, y al principio perdió su mente a favor de la bestia y arrasó ciudades enteras. Con el tiempo se volvió consciente, y trató de aprovechar su poder como justa defensora, mezclándose con la ciudad que protegía tomando la forma de una hermosa joven.

    LA PRUEBA

    Shamash condujo a Daniel a través de una senda por su pasado si él no hubiese existido, una senda que le llevó también a lo más profundo de su debate entre la luz y la oscuridad para alcanzar el equilibrio como Daë de la Luz.

    DANIEL ARKKAN

    DOMINIC WILLIAMS

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