Los vampiros son una raza que podría considerarse dentro de los demonios adaptados por la forma en la que surgieron, pero que dada toda su cultura, costumbres y método de perpetuación de la especie, se consideran como una raza aparte.

Los primeros vampiros fueron engendrados por el demonio puro Maloker, después de que los demonios puros fueran expulsados de la Tierra. Un vampiro es un híbrido, es el resultado de un demonio tomando el control de un cuerpo humano para poder existir en la Tierra y abandonar su realidad.

…the last demon to leave this reality fed off a human, mixed their blood. He was a human form possessed … infected … by the demon’s soul. He bit another, and another … and so they walk the Earth, feeding. Killing some, mixing their blood with others to make more of their kind. ―Rupert Giles

La conversión

Los vampiros se ven por instinto llamados a convertir (siring) a otros. El proceso empieza cuando el vampiro se alimenta del humano, al que debe llevar hasta el borde de la muerte, y justo en ese momento, el vampiro debe darle a beber al humano de su sangre. Tras esto, el humano ‘muere’ y se alza tiempo más tarde como vampiro.

Los vampiros obtienen placer sexual del acto de transformar, y algunas veces crean nuevos vampiros por instinto sexual, lo que explica la razón por la que muchos neófitos son abandonados por sus ‘sires’.

Tras el intercambio de sangre, la víctima muere por la pérdida de sangre y se alza la noche siguiente al proceso, en algún momento entre la puesta y la salida del sol. No obstante, algunos vampiros se alzan algunas horas tras el intercambio de sangre.

No existe ninguna preparación especial para alzarse, como el enterramiento, no obstante, al igual que los humanos, los vampiros pueden tener creencias, y algunos consideran el rito del enterramiento y alzamiento posterior como algo indispensable, un bautizo mortal, por eso algunos ‘sire’ entierran a sus nuevas creaciones o dejan que los encuentren y los entierren. La mayor parte de los vampiros se alza desde la tumba porque algún humano se lo encuentre, por lo que acabamos de comentar o bien porque el ‘sire’ lo dejase abandonado a su suerte, y lo entierren.

Los nuevos vampiros se despiertan desorientados, y muchos son extremadamente violentos y ferales, antes de recuperarse y darse cuenta de su nueva condición, aunque no ocurre en todos los casos. Cuando el vampiro supera la confusión, esperimenta una sensación de claridad nueva y única, que expresan de diversas formas.

El sire mantiene un enlace psíquico leve con su progenie. Como ejemplo, un vampiro explicaba: “Solía tener una conexión con aquellos a los que convertí. Solo significa que está cerca. Eso es todo.”

Caracteristicas

Una de las principales características es la de alimentarse de sangre de mamíferos, la necesitan para mantenerse con vida. Aunque el corazón de un vampiro no late, estos tienen flujo sanguíneo, pudiendo quedar inconscientes al no llegarles el flujo al cerebro, o siendo vulnerables a drogas y otras sustancias. Por ejemplo alucionaciones tras beber la sangre de alguien drogado con LSD.

Un vampiro tiene apariencia humana, pero en situación de estres, excitación sexual, lucha o a voluntad saca sus rasgos de vampiro – ceño vampírico -, que son una serie de alteraciones físicas que en un vampiro normal se manifiestan como unos colmillos y en general una dentadura modificada, más predadora, desaparición de cejas, ojos amarillos y más brillantes,

Si alguien le pide a un vampiro que muestre su cara verdadera, este no puede negarse. En palabras de una vampiresa, mantener el ceño o rostro vampírico requiere esfuerzo, y no pueden mantenerla demasiado tiempo, exceptuando los vampiros más ancianos y con transformaciones más severas.

Los vampiros no generan calor corporal pero si desprenden un poco tras hacer ejercicio elevado, aunque su piel no parece fría al contacto porque el flujo sanguíneo la mantiene a una temperatura normal. No respiran, lo que les hace invulnerables a drogas transmitidas por aire, y pueden permanecer bajo el agua (hasta que no aguanten por la sed de sangre). Los receptores de sus nervios funcionan, por lo que sienten el dolor, así como les crece el pelo. Sus cuerpos realizan funciones motoras como los seres humanos, en ocasiones mejor.

Un vampiro no se refleja en espejos, lo que puede considerarse una debilidad en cuanto a que resulta una forma bastante fácil de descubrirles, pero también es una ventaja al impedir el acceso a sus mentes mediante telepatía.

Su capacidad de regeneración en tiempos remotos les permitía regenerar miembros perdidos, pero esa habilidad ya no la poseen, aunque sí puede reimplantarselos quirúrgicamente. Sin embargo su factor de curación es superior al humano, así como su resistencia, siendo capaz de ser atravesado por una espada sin demasiados daños, aunque sí con dolor. Las heridas tardan tiempo en cerrarse, pero terminan por curarse, salvo en algunos casos, como una cicatriz por una espada encantada.

También son inmunes a las enfermedades. Son capaces de soportan cantidades de dolor aparentemente ilimitadas, siempre que no sean decapitados, expuestos al sol u otra de sus debilidades o estacados, siendo capaces de levantarse después de un atropello incluso de un autobús, o recuperarse de una pelea con una Kvasir. No obstante, aunque no les mate puede debilitarles o mutilarles.

Los vampiros no generan fuerza vital, porque precisamente la absorben a través de la sangre, y sus cerebros no tienen las mismas características y causando un efecto contrario a aquél que intente absorber su energía vital, siendo la suya absorbida en su lugar.

Los perros parecen temer de forma natural a los vampiros, como se vio en diversas ocasiones, quizá por el olor o la ausencia de calor corporal. Esto mismo parece ocurrir con los licántropos.

Más de 1000 años se considera un vampiro milenario. No existen muchos casos.